Querido Lector,
El día de muertos se acerca y eso lo sabemos todos sin tener que ver un calendario. Quizá es el olor a cempoalxóchitl que impregna las casas como los fantasmas. Quizá son las calaveras de azúcar y chocolate que con sus brillantes ojos del color de planas joyas plastificadas nos reciben en los primeros pasillos de el super y de el mercado; o quizá son las manos pidiendo dinero que nos encontramos fuera de ellos, las de esos niños disfrazados tras una mascara de maquillaje que nos dicen: “¿No me da mi calaverita?”. Pueden ser, también, las mezclas de culturas que empiezan a aparecer en las partes de afuera de las casas: papel picado colgado en un tejado donde hay calabazas, esqueletos de Posada hechos de papel maché sosteniendo cubetas que dicen “Happy Halloween” o incluso los pésimos memes que tu tía hyper-mocha pone en Facebook sobre el supuesto origen satánico de la fiesta y la propuesta alternativa de celebrar “el día de todos los santos”.
Para mi, el mejor recordatorio de la esperada época es el de volver a vivir la experiencia transcendental de atragantarme de la dulce ambrosía mexicana que muchos llaman “Pan de Muerto”. Cuando esa mezcla de excesiva azúcar, grasienta manteca, consistencia de nube y dulce perfume de naranja toca mi paladar algo pasa en mi cerebro que me olvido de todo y después de una tremenda euforia patriótica, se que estoy listo para abrir esa caja, desempolvar las fotos de mis abuelos, quitarle el musgo y los hongos a las calaveritas de azúcar, frustrarme rompiendo veinticinco hojas de papel picado, desmenuzar el cempoalxóchitl y quemarme los dedos prendiendo lo que queda de una vela en la profundidad de un vasito de vidrio.
El origen exacto de el pan de muertos es un tema un tanto controversial. Pero generalmente la teoría mas aceptada es que fue un invento de los españoles en su intento de cristianizar a las culturas prehispánicas y lograr que dejaran de hacer sacrificios humanos y el canibalismo ritual. Por que según se cuenta, en estas fechas feriadas, los Aztecas sacrificaban a una princesa, le sacaban el corazón, lo metían a una olla con amaranto y le daban sus buenos cales. El pan viene a simbolizar muy cristianamente, la carne como metáfora. Y las decoraciones también están plagadas de muchos símbolos coquetos que hacen de el pan un verdadero poema repostero.
La bolita de arriba simboliza un craneo y el ser humano emprendiendo el camino o el corazón. La “cruz” de abajo en realidad se supone es una representación de los huesos apuntados hacia los cuatro puntos cardinales, cada uno coqueteandole a su respectivos dios: Tezcatlipoca, Tlaloc, Quetzalcóatl y Xipetotec. O algunos dicen que son los cuatro elementos que el verdadero Avatar controla: tierra, fuego, aire, agua. Ooo también están los que mantienen que es una quisquillosa forma de enjaretarnos la cruz de nuestro compadre Jesuscristo. Yo creo que todas estas son explicaciones aceptables y como buen poema en época post-Derrida, uno le puede encontrar el significado que uno quiera.
Su forma circular se dice, simboliza la naturaleza cíclica de el universo y el pasaje de la vida a la muerte. Otros que es por que trata de simbolizar la figura de el corazón que remplazo (como el de el nuevo novio de tu ex). Y también están esos que dicen que simplemente era el molde que tenían a la mano. Creo que nada de esto será muy nuevo para los eruditos de el pan, sin embargo creo que a veces es importante saber de donde vienen y que historia tienen las cosas que nos metemos a la boca (no vaya a ser que nos pasen una enfermedad).
Les dejo también un estudio realizado por mi amigo Pablo, al que le agradezco infinitamente compartir sus resultados con nosotros. El estudio consistió en conseguir a veinte personas que probaran diez distintos panes de muerto y clasificaran. Los panes fueron escogidos basados en un estudio histórico atreves de diferentes artículos de opinión sobre cual es el mejor. Para asegurarse de que las preferencias personales no afectaran los resultados los nombres de las marcas no fueron revelados y solo se diferenciaron con unas coquetas banderitas de papel picado.
Comparto los resultados:
1er lugar: Elizondo
2do lugar: Superama
3er lugar: Costco
4to lugar: Pastelería Madrid
5to lugar: Maque
6to lugar: La Esperanza
7mo lugar: Castaña
8vo lugar: Da Silva
9no lugar: Amado
10mo lugar: Rosetta
Entonces ya sabes, cierren la computadora, apague el celular y corran a su mas cercana pastelería Elizondo y lleveeeeeeee su rico y delicioso pan de muertos: el poema de la repostería.
Muchas gracias y nos vemos la próxima semana, Querido Lector.
Hector Maccise Rojo
Un nuevo agradecimiento a Pablo por su increíble dedicación a el estudio y a todos los participantes por haber dado su tiempo para acercarnos a la verdad.