México es el país de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) donde más horas se trabaja por año.
Para las personas el tiempo libre es un descanso o una actividad meramente apartada del trabajo, sin embargo, la palabra libertad no es aplicada en su totalidad, ya que los hombres creen actuar por su propia voluntad, pero son modelados de ella, sin darse cuenta.
El trabajo en la actualidad se ha visto como la actividad infinita de hacer cosas repetitivas que han llevado al hombre a una rutina agobiante, alejándolo de sí mismo y de su capacidad de razonar en las múltiples labores de su vida.
Cuando las personas están apartadas de sus laborales diarias, cubren otras diferentes que les hace creer que tienen un tiempo libre, aunque, siguen siendo dominados por las responsabilidades que les establece el sistema, aquél que dirige a la sociedad y que por consiguiente les dice que hacer, generando que no realicen lo que realmente desean en el momento.
De acuerdo a lo establecido, cada persona le da prioridad a sus actividades y tiempo libre, por lo que 2.5 años de la vida se socializa en casa, sin embargo, 18.1 años se vive durmiendo.
Los mexicanos sólo usan 2 meses de su vida haciendo ejercicio en su tiempo libre, prefieren las fiestas.
Una persona promedio pasa más de 3.1 años comiendo en casa (o fuera), asimismo, se dedica cerca de 4 meses de sus vida trabajando en casa.
Los hombres han dejado, por un lado, la concientización respecto a su tiempo y solo siguen o actúan de una forma determinante de actitudes repetitivas, las cuales creen son diferentes, pero al final son lo mismo, debido a la gran influencia.
Sin darse cuenta del mismo salario que recibe por trabajar, lo gasta al adquirir algún servicio de televisión, cine o incluso al comprar gasolina para su carro, aunque la sociedad quiera contradecir lo estabelcido, es imposible salir del margen o la línea desde que se considera a un individuo como un productor y consumidor, es imposible evitar el sistema, ya que esta tan apegado a la vida de cada persona que resulta complicado rebelarse contra lo que ya está impuesto desde que nacemos y somos seres pensantes.
Si la sociedad estuviera consiente de la libertad absoluta que cada uno como individuo merece, sería capaz de trasformar el tiempo libre rápidamente en una verdadera libertad, donde cada uno lograría ser dueño de su propio tiempo, pensamiento o acciones.
Asumiendo lo más importante de su vida y sus decisiones.