– Progreso, expectativa ciudadana.
– Cuarta transformación, debate ciudadano.
El empleo en México, la realidad estancada en la insuficiencia y mala calidad.
El debate permanece en el país, que sí se avanza por buen camino a la cuarta transformación o sí continuamos perdidos en la disputa ciudadana de una buena o mala fe en el gobierno en turno, los detractores aparecen, los fieles permanecen y las preguntas emergen.
Las cifras son sin duda los indicadores que parecen guiarnos en un ambiente de dudas y cambios, que sin calificarlos como buenos o malos cimbran en la ciudadanía mexicana, un tema complejo y que cala, es el desempleo.
En un país en donde las deudas crecen, los papeleos no son gratuitos, el recorrer la ciudad por un espacio de trabajo es un tormento, ya sea por la delincuencia o por el alto cobro del pasaje, las cifras parecen desalentar en materia, al enunciar que la tasa de desempleo en México se ubicó en enero en 3.6% de la población económicamente activa (PEA) en comparación con enero pasado con 3.4% del mismo mes, de acuerdo con cifras publicadas por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Lo ciudadanos avanzamos con la esperanza en mano, contra los números que parecen ponernos un alto al afirmar que en México el empleo cayó en un 20% y que la posibilidad de un trabajo es insuficiente y con una calidad estancada o por mucha perdida, pues hay ecos que dicen que este febrero se generaron 125 mil 982 empleos, la menor cifra en los últimos cinco años.
Vivimos con expectativas, con los viejos consejos de buscar un futuro mejor, con la amenaza de migrantes a quienes se les promete un empleo, pero con la intriga a tientas de que nuestros paisanos tengan uno, con la promesa de tantos apoyos y con la mira del futuro prometido por aquellos que dijeron que en el país todo avanza con nuevos horizontes, que esperamos, el horizonte no sea en sus bolsillos, pero sí en el progreso que esperamos todos, mismo que la esperanza del país nos ha asegurado.